Cuando uno se encuentra en cualquier vinoteca de la ciudad de México, tiene la sensación de estar revisando la cava de El Corte Inglés. Con la jugosa diferencia de que hay mayor surtido de propuestas chilenas, argentinas o californianas, junto con los tentadores vinos mexicanos que por fin están en auge en D.F, casi como una proclama política ante la invasión de etiquetas hispánicas. El surtido de vinos de Ribera del Duero y Rioja (con la segmentación repetida por regiones de Alavesa y Alta o por vinos de autor, ¡guauu!) es insistente en nuevos megastores gourmets como City Market, en las tiendas de vinos de barrio La Europea y, por supuesto, en las secciones gourmet de los centros comerciales Liverpool o Palacio de Hierro.

El vino español forma parte además del culto a la tradición histórica de nuestro país en México, sobre todo entre el público con mayor poder adquisitivo, un legado que Hernán Cortés ha dejado en el protocolo social, como bien dice su apellido. Si sumamos que buena parte de los compradores de vino español son descendientes de españoles o ejecutivos desplazados en las 4.000 empresas españolas, y que buena parte de los restaurantes son de cocina vasca, asturiana o gallega, no es extraño que España sea el principal suministrador de vinos a México. Ribera o Rioja venden el 30% del vino de calidad con el precio más elevado y superan con creces a cualquier otro país del Viejo Mundo como Francia o Italia. Los inventarios confirman que de las 4.000 marcas que se venden en México, 1.500 son españolas; una avalancha de vinos tintos que hoy puede llegar a flaquear algo por la irrupción de las etiquetas chilenas a mejor precio y de los propios vinos mexicanos.

Restaurantes

El vino español se asocia en gran medida al alto nivel culinario de los restaurantes españoles de la ciudad donde dominan las marcas más clásicas y reputadas. Sin embargo, en las casas de cocina 100% mexicana como El Bajío también hay una buena muestra de vino español.

Tradicionalistas. No conviene perderse el menú familiar del fin de semana con los más populares riberas y riojas en el bonito edificio neoclásico del Casino Español (Isabel La Católica, 29.100-250 pesos), situado en pleno centro histórico. A unas cuadras, el Círculo Vasco Español (16 de Septiembre No. 51, Cuauhtémoc, Centro. 219 pesos) aconseja en su lista de vinos txakolis, tintos de Rioja Alavesa y otros vinos clásicos para acompañar su buffet de fin de semana. Con el mismo espíritu vasco, pero ambiente más actual, el restaurante D.O. (Hegel, 406. Polanco. 400-600 pesos) del chef Pablo San Román selecciona vinos como Gómez Cruzado, Martín Berdugo o Teófilo Reyes para sus recetas de rabo de toro y chipirones en su tinta. La carta de La Barraca Valenciana (Av. Centenario 91, Coyoacán) especializada en paellas y tortas rellenas, nos propone incluso vinos mallorquines de la bodega Ánima Negra o un Lagar de Cervera para acompañar su larga lista de arroces.

Top vinos. La carta de vinos más completa es sin duda la de Biko’s (Presidente Masaryk 407, Polanco. Más de 700 pesos), donde la pareja de cocineros vascos Mikel Alonso y Bruno Oteiza (biko es pareja en euskera) son la atracción de D.F. con unos menús que fusionan la cocina vasca de concurso y vanguardia con la mexicana más enraizada. Aquí podemos beber vinos por copas y el mayor número de vinos de culto: blancos como Leira, Pazo de Señorans o Belondrade y Lurton; riberas como Pruno o Villacreces o Bosque de Matasnos, tintos de Toro como Dehesa Gago, bierzos como Bembibre y hasta curiosidades como Finca Río Negro de Guadalajara o Habla del Silencio. En la misma línea de cocina creativa pero bajo la batuta de Arzak como padrino, Tezka (Amberes 78, Zona Rosa. 570 pesos) es un restaurante elegante de la nueva cocina vasca donde no faltan vinos culturetas como Roda, Sierra Cantabria, Protos, Matarromera o Camins del Priorat. La cocina mexicana más ancestral representada en el admirado Pujol (Francisco Petrarca, 254, Polanco. 950 pesos) también armoniza sus platillos con los vinos españoles Pujanza, Pruno, Altos de Losada o Alonso del Yerro, y para rematar sus postres, con una atractiva selección de jereces. No olvidamos el espectacular macro espacio del cocinero Edgar Núñez Sud 777 (Boulevard de la Luz 777, Col. Jardines del Pedregal. 600 pesos), un sitio único para comer, beber y ser visto, y uno de los pocos que presume de tener una de las cartas de vinos más premiadas en México por Wine Spectator. Con sus nuevos ceviches, sopas mexicanas y recetas mexicanas revisadas podemos pedir los vinos Pago de Carraovejas, Elías Mora, Flor de Pingus o el ribera de Roda, Corimbo.

Tiendas

Casi todas las tiendas gourmet con productos de todo el mundo, tienen una buena exposición de vinos españoles. Nos decantamos por la vinoteca de Costco, un supermercado que esconde grandes vinos y de buen precio como Sierra del Viento, Chivite, Emilio Moro o los vinos de Jorge Ordóñez. Nuestra segunda elección es La Europea, que con 49 tiendas en todo el país es la mayor importadora de vinos españoles, con nervio y activismo en la promoción y una habitual en cada esquina de los mejores barrios de D.F. como Polanco, Condesa o Roma. Mundo Gourmet (o La Castellana) es otra red de vinotecas delicatessen con una interesante selección de nuevas marcas españolas a buenos precios. La última en llegar es la gran tienda City Market, gran espacio gourmet de lujo de Comercial La Mexicana donde se aglutinan todos los mejores vinos de España. Liverpool y Palacio de Hierro son comodines seguros para localizar las marcas más populares y algunas ofertas de volumen de Ribera y Rioja.

Wine bars

Últimamente en México D.F. empiezan a proliferar espacios polivalentes con el vino como excusa. En un escenario entre enoteca, café y gourmet, Eno nos propone en sus distintas sucursales vinos por copas como Malacapa (Finca los Arandinos), mientras olemos los nuevos quesos mexicanos, la nueva cultura gourmet de la ciudad. El Pecado de Noé (Oaxaca 69, Roma) es un espacio cultural de eventos en el barrio de Roma que se salta las normas más protocolarias del vino para vender y celebrar cursos relajados con copa en mano. Hay incluso bares para tomar sólo cava catalán con tapas españolas, como la Xampanería García (Nuevo León, 66, Condesa) con martes de jazz incluido. La marca de copas Riedel tiene como sorpresa en Polanco una de sus mejores espacios del mundo: Riedel Wine Bar (Campos Eliseos 199 Local C., Polanco) donde sirve platillos y hasta 400 marcas de vinos de todo el mundo, siempre con sus copas como reclamo.